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Una buena salud cardiovascular no es un regalo, es un logro que requiere esfuerzo y atención constante.
Con las enfermedades del corazón encabezando la lista de las principales causas de muerte en el mundo, es esencial tomar medidas para proteger este órgano vital.
En este artículo, te ofrecemos cuatro consejos prácticos para mejorar tu salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.
Con Divi Her puedes mejorar tu salud cardiovascular, agregando además a tus hábitos diarios los siguientes:
Una alimentación balanceada es fundamental para la salud del corazón. Los alimentos que consumimos tienen un impacto directo en nuestra salud cardiovascular. Una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables mantiene nuestro corazón fuerte y sano.
Por el contrario, una dieta alta en grasas saturadas, grasas trans, sal y azúcares añadidos puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.
Las grasas saturadas y trans elevan los niveles de colesterol en la sangre, mientras que el exceso de sal aumenta la presión arterial. Asimismo, los azúcares añadidos aumentan el peso y la resistencia a la insulina, ambos factores de riesgo para la enfermedad cardíaca.
Además, es beneficioso incluir en nuestra dieta alimentos ricos en fibra, como los granos enteros, las frutas y las verduras, ya que la fibra reduce los niveles de colesterol en la sangre.
También es importante incorporar fuentes de omega-3, como el pescado graso, las nueces y las semillas, estos ácidos grasos reducen la inflamación y mejorar la salud del corazón.
El estrés crónico es perjudicial para el corazón. Se ha demostrado que aumenta la presión arterial y los niveles de colesterol, promueve la formación de coágulos, todos ellos factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular.
Una excelente manera de cuidar nuestro corazón es aprender a manejar el estrés de manera efectiva.
Existen muchas técnicas de relajación que pueden ayudarnos a reducir el estrés, entre ellas la meditación, la respiración profunda, el yoga, la atención plena (mindfulness) y la relajación muscular progresiva.
La meditación, por ejemplo, implica enfocar la atención y eliminar el flujo de pensamientos que nos agobia. Esta práctica resulta en un estado de relajación y tranquilidad que beneficia la salud cardiovascular. Por otro lado, la respiración profunda implica respirar lenta y profundamente, y esto reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Así que, ya sea que elijas la meditación, la respiración profunda, el yoga o cualquier otra técnica de relajación, es importante que te tomes el tiempo para relajarte y reducir el estrés como parte de tu rutina de cuidado del corazón.
La fibra dietética, particularmente la fibra soluble, desempeña un papel vital en la salud del corazón. Esta fibra se une al colesterol en el sistema digestivo y ayuda a eliminarlo del cuerpo, lo que disminuye los niveles de colesterol en sangre y reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.
Las frutas, verduras, legumbres y granos enteros son excelentes fuentes de fibra. La avena, por ejemplo, es una fuente notable de fibra soluble.
Además de ser bueno para tu corazón, una dieta alta en fibra también controla el peso, ya que te hace sentir más lleno y, por lo tanto, menos propenso a comer en exceso.
Es recomendable que los adultos consuman al menos 25 a 30 gramos de fibra al día a partir de alimentos, no de suplementos. A menudo, esto significa aumentar el consumo de frutas y verduras, así como cambiar de granos refinados a granos enteros.
Los niveles elevados de azúcar en sangre dañan los vasos sanguíneos y los nervios que controlan el corazón y los vasos sanguíneos. A largo plazo, estos daños causan enfermedades del corazón y otras complicaciones de salud.
Para mantener tus niveles de azúcar en sangre en un rango saludable, es importante llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y granos enteros y baja en azúcares añadidos. Es importante mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente.
Además de una alimentación saludable y la actividad física, el control regular de tus niveles de azúcar en sangre puede ayudarte a manejar mejor tus niveles de azúcar y a prevenir o controlar la diabetes, una condición que aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca.
Si tienes diabetes, es importante que sigas el plan de cuidado de la salud que has elaborado con tu médico.